Los letrados del Parlament pasaron ayer la patata caliente al presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, para que sea él quien decida cómo y cuándo desbloquear la investidura. En un informe firmado solo por el secretario general del Parlament, Xavier Muro, ante la división que el debate ha provocado entre los juristas, estos concluyen que, al suspender la sesión prevista el 30 de enero, los dos meses de plazo para investir a un presidente de la Generalitat no han empezado a correr.

Para resolver esta situación de bloqueo, los letrados apuntan directamente a Torrent y a la Mesa del Parlament como responsables de hallar una fórmula que active el reloj, y en este sentido sostienen que una de las alternativas pasaría por celebrar un «acto equivalente» a un debate de investidura que desembocase en una «votación fallida». El texto de los juristas destila en todo momento que la presidencia de la Cámara debe priorizar la necesidad de que las instituciones empiecen a funcionar con normalidad antes que debatir sobre los términos para que se active la repetición de elecciones.

El reglamento del Parlament establece que para que el plazo de dos meses previos a la convocatoria automática de los comicios empiece a contar debe haberse celebrado una primera votación de investidura, algo que Torrent frenó al posponer el debate del pasado día 30. El informe, además, incluye una advertencia al dirigente de ERC: «En caso de que el presidente no impulse ese acto equivalente a una votación fallida, sin justificación objetiva y en un plazo razonable de tiempo, se podría estudiar la posibilidad de que los grupos parlamentarios impulsaran este acto equivalente por medio de los instrumentos correspondientes».

Los letrados recuerdan que según el TC el candidato debe de estar presente.