Brasil es "un buen negocio". Fue la frase con la que Luiz Inácio Lula da Silva animó ayer a los empresarios españoles a invertir en su país. Lo hizo en la sede de la patronal española y ante más de 200 representantes del mundo de los negocios hispano-brasileños. "No se arrepentirán", prometió. Un entregado José María Cuevas, presidente de la CEOE, agradeció al presidente brasileño "todo lo que está haciendo y sin duda va a hacer en los próximos años".

El mandatario brasileño recordó a la audiencia empresarial que su Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) ha acometido, en los seis meses que lleva al frente de Brasil, las principales reformas que prometió en campaña electoral para encaminar su país hacia una política económica equilibrada. En primera línea le escucharon con atención y le aplaudieron César Alierta (Telefónica), Iñigo Oriol (Iberdrola), Juan Luzón (BCSH) y Francisco González (BBVA), entre otros patronos.

AMPLIO APOYO SOCIAL

El amplio "apoyo social" con que cuenta el presidente en Brasil --más del 80% de la población-- es otra garantía, dijo, de que sus proyectos se llevarán a cabo con total éxito. Presumió de que en sólo medio año de gestión ha "desmentido" los pronósticos de los más agoreros.

Lula se aferró a su convicción de que las políticas sociales con las que pretende paliar las desigualdades de su país generarán mayor capacidad de consumo, lo que a la postre beneficiará a los empresarios que inviertan en Brasil. "Los que creyeron en Brasil tienen más motivos para creer ahora", proclamó. Colaborar al desarrollo económico de Brasil, dijo a los empresarios, será además "un buen negocio".

El objetivo a corto plazo es recuperar "los niveles de inversiones de la segunda mitad de los años 90", declaró Lula. Según datos de las Cámaras de Comercio, las exportaciones españolas a Brasil (1.100 millones de euros en el 2002, 183.025 millones de pesetas) se redujeron un 25,3% respecto al 2001. También cayeron las importaciones un 3,2%. Las principales inversiones españolas en Brasil proceden de las telecomunicaciones, la banca y la energía.

ACUERDO CON MERCOSUR

Por otro lado, los ministros de Exteriores de España y Brasil, Ana Palacio y Celso Amorim, acordaron ayer dar un impulso político a las negociaciones de la Unión Europea con los países integrantes del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay). Amorim expresó su deseo de que las negociaciones, que recibieron un notable impulso bajo la presidencia española de los Quince, no se "atasquen" en detalles técnicos y propuso que se amplíen al resto de Suramérica. En su reunión con los empresarios, el presidente Lula destacó el papel de puente que puede desempeñar España entre la UE y Mercosur.