Las relaciones hispano-polacas no están para lanzar cohetes. Dos días después de que José Luis Rodríguez Zapatero cancelara la cumbre bilateral en Varsovia, el primer ministro polaco, Marek Belka, anuló ayer un encuentro que tenía previsto en Bruselas con el líder español antes del inicio del Consejo Europeo.

La cita estaba programada para las siete de la tarde y debía durar unos diez minutos. Pero, Belka no acudió a la reunión. Un portavoz polaco transmitió a la delegación española que se había producido un retraso en el vuelo procedente de Varsovia y que Belka iría directamente a la cena de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

MALESTAR EN VARSOVIA Este plantón se produce después de que Zapatero cancelara la cumbre bilateral que debía celebrarse el martes pasado en Varsovia. El presidente español justificó su decisión en que la comparecencia de la víspera ante la comisión del 11-M --que duró 14 horas-- lo había dejado extenuado. Ello provocó gran malestar en el Gobierno polaco, ya que la anulación se comunicó casi a la medianoche del lunes.

El martes pasado un alto cargo del Ministerio de Exteriores español intentaba pactar con su homólogo polaco una declaración conjunta sobre los futuros acuerdos financieros de la UE. Según fuentes diplomáticas, la declaración estaba prácticamente acordada, pero, en el último momento, Polonia prefirió no suscribirla. Fuentes oficiales no descartaron que el encuentro entre Zapatero y Belka se produzca hoy. Una jornada en la que el líder español expondrá por primera vez su política antiterrorista ante los líderes de la UE.