"La política exterior del Gobierno es una catástrofe". Con esta contundencia se pronunció el líder del PP, que insistió en pedir la dimisión del ministro Miguel Angel Moratinos por acusar a la oposición de haber apoyado el golpe de Estado contra el presidente de Venezuela. A juicio de Rajoy, este episodio --que, según dijo, sólo puede ser "fruto de un calentón"-- se suma a los desaciertos de Zapatero en este terreno. "Estamos perdiendo muchísimo crédito en el mundo", clamó.

Sobre las críticas del PSOE al papel que juega José María Aznar en la escena internacional, Rajoy ironizó: "Tendrá derecho a hablar, y si no, que haya una ley que diga que los expresidentes tienen prohibido hablar". En su opinión, es el Gobierno el que no sabe utilizar los contactos del expresidente en todo el mundo. "Yo lo habría llamado para utilizarle", dijo, al tiempo que añadía que si él fuera presidente también habría "usado" a González siempre que éste se hubiera prestado.