La llegada al poder de cinco alcaldes socialistas en otras tantas localidades navarras con los votos del PNV, EA y otras formaciones nacionalistas llevó ayer a José María Aznar a pedir a Zapatero que les expulse del PSOE. El juego de alianzas, según el presidente, vulnera el pacto por las libertades y contra el terrorismo, conocido como pacto anti-ETA. "Si realmente existe una dirección socialista", afirmó Aznar aprovechando la crisis de Madrid, "no puede aceptar que haya alcaldes con los votos de los que no condenan a los terroristas".

Los casos de Tafalla, Burlada, Estella, Sangüesa y Barañaín no admiten "retóricas", según el líder del PP, que no reconoce que las fuerzas políticas en las que se han apoyado los ediles socialistas condenan el terrorismo y que no ha habido pactos secretos que condicionen en el futuro la gestión municipal a los intereses nacionalistas.

Según el presidente del Gobierno, "están en juego las libertades y la convivencia democráticas", y la tolerancia de Zapatero con estos alcaldes supone una "vulneración muy grave" del pacto anti-ETA.