Mariano Rajoy cree que los primeros 100 días de Gobierno socialista han estado marcados, fundamentalmente, por los efectos de una profunda crisis económica que ha dejado "noqueados" a sus miembros.

Por ello, considera una "broma" que el PSOE organice hoy un acto en Madrid para conmemorar la fecha. "No hay nada que celebrar. Hay que trabajar porque se acabó vivir del cuento", sentenció en un acto junto a diputados, senadores y europarlamentarios populares. En este contexto, se refirió a la reunión que mantendrá mañana con José Luis Rodríguez Zapatero e insistió en que, entre otras propuestas, llevará a la cita un paquete de recetas económicas para "ayudar". A saber: austeridad en el gasto público; rebaja de impuestos para pymes; más deducciones por hipoteca; reforma laboral y de organismos reguladores y desarrollo de un plan de competitividad.

"Esta situación no se arregla en un día, pero saldremos mejor de ella si el Gobierno tiene la valentía, el coraje y la determinación de presentar un plan de choque", añadió. Tampoco perdió ocasión para meter el dedo en lo que considera una de las llagas del Ejecutivo: la supuesta diferencia de criterio en esta materia entre el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián. "Tiene que haber una única voz en lo económico para devolver la confianza a la sociedad. Y si el presidente no confía en su vicepresidente, lo mejor que puede hacer es prescindir de él", sentenció Rajoy. El líder popular instó a sus parlamentarios a imitar este tipo de "críticas constructivas".