José Luis Rodríguez Zapatero demostró ayer que asume plenamente el modelo de descentralización del poder judicial que propugna el candidato socialista a la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall. El líder del PSOE aprovechó una conferencia en los cursos de verano de la Universidad Complutense sobre el 25 aniversario de la Constitución para abogar porque los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas tengan competencias en casación.

A juicio del líder socialista, que impulsó hace sólo dos años el pacto por la justicia con el Gobierno del PP, España sigue teniendo un problema de "eficacia judicial" que requiere más medios y una nueva organización.

Abogó por tanto por un nuevo papel de la justicia en las comunidades autónomas. "No tiene sentido --dijo-- que habiendo tribunales superiores de justicia en las comunidades autónomas con unos volúmenes de trabajo muy reducidos, tengamos al Tribunal Supremo con las salas saturadas" y sentencias pendientes.

En su opinión, los tribunales superiores deberían de convertirse en las terceras instancias de revisión de sentencias, con lo que se evitarían "algunos ejemplos nefastos a los que pasan cada semana", en alusión a la reciente puesta en libertad de presuntos criminales pendientes de sentencias firmes y definitivas.

NUEVO PODER JUDICIAL

Defendió también una redefinición constitucional del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de modo que su encaje institucional pueda ser satisfactorio. Describió al órgano de gobierno de la judicatura "a caballo entre sus funciones de gobierno de los jueces, con contenidos complejos; el papel del Ministerio de Justicia, y la defensa institucional de la independencia judicial"; y concluyó que "el balance del CGPJ ha ido de más a menos en estos años y no es satisfactorio desde el punto de vista del estricto funcionamiento institucional, no de su composición".