La Liga de Fútbol Profesional (LFP) expresó ayer su enorme preocupación y amenazó con parar la competición si se aprueba un nuevo régimen fiscal que eleve al 43% el IRPF de los futbolistas extranjeros afincados en España con rentas superiores a 600.000 euros anuales. Hasta ahora, los grandes jugadores tributaban a un tipo oficial del 24%.

"Al fútbol español, una modificación de este régimen le supondrá una factura de más de 100 millones de euros, por lo que, en el caso de ser adoptada, habrá que tomar el camino de enfrentarse a esta decisión, llegando incluso a tener que parar la competición", avisó ayer el presidente de la patronal del fútbol, José Luis Astiazarán.

Desde hace unos cinco años, el paraíso fiscal para el futbolista extranjero era sin duda España. Esta fiscalidad convertía a los equipos españoles en los más competitivos. En este sentido, cualquier equipo español paga hasta un 29% menos que un club inglés, un 32,5% menos que en Italia o un 26% menos que en Alemania.