Las esperpénticas secuelas de la gestión de Jesús Gil en el Ayuntamiento de Marbella no tienen techo. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) es la nueva propietaria de uno de los cementerios municipales por orden judicial a raíz de una deuda que el consistorio tenía por la publicidad de la ciudad que lució el Atlético de Madrid en 1998. Aunque se especificó la naturaleza de la finca al conocerse el embargo, el juez siguió adelante y falló el cambio de titularidad.

La parcela en cuestión, de 15.655 metros cuadrados, incluye parte del cementerio Virgen del Carmen --uno de los dos de Marbella-- así como vías y zonas verdes. En 1993, Jesús Gil traspasó gratuitamente el terreno municipal a la sociedad Eventos 2000 SL, que lo desgajó hasta quedarse con una cuarta parte.

Ya en el año 1998, el Ayuntamiento de Marbella, a través de dicha empresa, firmó un contrato con la Sociedad Española de Fútbol Profesional --encargada de la gestión de ciertos servicios de la LFP y que se acababa de quedar con los derechos de publicidad de ropa deportiva del Atlético de Madrid-- para que los jugadores lucieran la marca de la ciudad en las temporadas 1998 y 1999. En contraprestación, Eventos 2000 debía abonar 1,8 millones de euros en cuatro plazos. Eventos 2000 dejó a deber el último plazo de julio de 1999 que, más intereses e impuestos, es de 550.000 euros. En el 2000, la LFP solicitó un arbitraje para cobrar la deuda y al final acudió a los tribunales.