Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, invitó formalmente al PSOE a "retomar la iniciativa" para que el candidato socialista, Rafael Simancas, se someta a la votación de investidura como presidente de la Comunidad de Madrid aunque los dos diputados traidores, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, no devuelvan sus escaños.

"La legitimidad de la mayoría de izquierda es incuestionable", argumentó Llamazares, para quien el respeto a la voluntad de las urnas se corresponde con que el candidato socialista intente formar Gobierno.

Juan José Laborda, portavoz del PSOE en el Senado y miembro de la ejecutiva federal, también alentó a Simancas para que se someta a la investidura, con el objetivo de que se "inicie inmediatamente" una investigación parlamentaria que aclare lo que hay detrás de la traición.

Así, la alternativa de que Simancas traslade a la presidenta de la Asamblea regional, Concepción Dancausa (PP), de su disposición a formar Gobierno, vuelve a estar sobre el tapete. Trenzada el miércoles pasado por José Luis Rodríguez Zapatero y el propio Simancas, y apoyada por el núcleo duro de la ejecutiva, esta disposición fue aparcada de modo bastante repentino.

El candidato socialista había declarado ese día en la Cámara regional que, "si por diversas circunstancias, involuntariamente, fuera elegido presidente de la Comunidad de Madrid con los votos de esos dos tránsfugas, convocaría después elecciones".

Según fuentes socialistas, la prudencia aconseja ahora aguardar a la celebración del debate sobre el estado de la nación (los próximos días 30 de junio y 1 de julio) para replantearse de nuevo esa opción.

La estrategia de LLamazares, expuesta ayer en un acto público celebrado en Madrid, busca en todo caso poner al PP contra las cuerdas, para que se retrate en una votación de investidura: "Que demuestre si se alía con los diputados corruptos o con la regeneración democrática". El líder de IU anunció que propondrá varias reformas legales para impedir "la corrupción de la democracia".

RIESGOS

Fausto Fernández, líder de IU en la Asamblea de Madrid, también animó a Simancas a que dé el paso al frente y admita ser votado en la investidura.

Para ser elegido, el candidato socialista necesita el voto favorable de los 45 diputados de su grupo, de los 9 de IU y de los dos traidores, que hoy mismo podrían tomar posesión de sus escaños y constituir el Grupo Mixto.

Tamayo ha anticipado que tanto él como su compañera apoyarán a Simancas, pero los socialistas no se fían de ellos. Porque si se inicia el proceso de investidura y la de Simancas fracasa, le llegaría el turno de intentarlo a Esperanza Aguirre (PP). Esta podría ser elegida en segunda votación por mayoría simple (55 votos) si los dos desertores del PSOE se abstienen o se ausentan.