Mahmud Slimane, acusado de financiar el 11-M con el tráfico de drogas, arrancó a llorar cuando su abogado le preguntó si condenaba este atentado. Antes había explicado que abandonó el Líbano tras la muerte de varios familiares durante la guerra. Al ser preguntado por la masacre de Madrid comenzó a llorar y explicó: "Cuando he visto lo que ha pasado en el 11-M, veo a cada madre y me recuerda a mi madre cuando lloraba por mi padre y mi hermano". Y añadió: "Han hecho mucho daño. Ahora se meten con mi mujer".