Al PP le llovieron ayer las críticas por haber justificado la intromisión del teniente general José Mena en el debate sobre el nuevo Estatuto catalán con su amenaza de que el Ejército deberá intervenir si el proyecto desborda la Constitución. El viernes, tras saltar la polémica, el secretario de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, interpretó el discurso de Mena como "reflejo de la situación que se está viviendo" y dijo que la reforma del Estatuto hace "inevitable" que se den estos pronunciamientos.

El presidente catalán, Pasqual Maragall, que la noche del viernes había lanzado un mensaje tranquilizador al asegurar que "la lealtad constitucional del socialismo y del catalanismo político es indestructible", criticó ayer duramente la actitud del PP. Maragall opinó que no "es extraño, pero sí preocupante que el segundo mayor partido político de España entienda la actitud del mando militar arrestado". El president agregó que las palabras de Mena "han producido un grave daño al crédito del Ejército" y son "una potencial amenaza a la normalidad democrática".

SIN JUSTIFICACION Josep Antoni Duran Lleida, secretario general de CiU, tildó de "injustificables" e "inaceptables" las palabras del responsable de comunicación del PP. Duran instó a Mariano Rajoy a que intervenga públicamente y "aclare, rectifique y desmienta" a Elorriaga.

La portavoz de ERC, Marina Llansana, acusó al PP de dar "cobertura ideológica" a actitudes como las del militar sancionado. "El estado de opinión en los cuarteles no se crea por casualidad; detrás hay un conjunto de declaraciones incendiarias contra el Estatut que, en su mayoría, proceden del PP y de su entorno mediático".

Por parte de ICV, su portavoz, Dolors Camats, afirmó que las "intolerables" palabras de Elorriaga revelan que en el PP "se añora el papel que tenía el Ejército hace tiempo" y, por eso, "justifica lo injustificable".

También la portavoz de EA, Onintza Lasa, apuntó contra el PP. Más grave que las "absolutamente desafortunadas e inaceptables" palabras de Mena, dijo, es que haya "dirigentes del PP que las justifiquen", por lo que exigió una rectificación.

No hubo rectificación, aunque el líder del PP de Cataluña, Josep Piqué, si se desmarcó al tachar de "profundamente desafortunadas, inapropiadas, inadmisibles" y "sin justificación" las opiniones del militar. Una cosa, dijo, es que como ciudadano tenga las mismas inquietudes que tiene mucha otra gente, no sólo en el Ejército, pero como militar se las tenía que haber callado.

El PSOE se pronunció ayer por primera vez sobre el caso, 24 horas después del polémico discurso. El secretario general del grupo del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, tildó las palabras de Mena de "absolutamente improcedentes" y celebró "la rapidez, la contundencia y la eficacia" del Gobierno al sancionarlo, decisión también aplaudida por las otras fuerzas políticas.