Tras 80 años apelotonados bajo la tierra, los restos de 17 cadáveres vieron esta semana la luz en Figuerola d’Orcau, donde se ha realizado la primera exhumación del plan de fosas de la Generalitat. España es el segundo país del mundo con más fosas comunes, solo superado por Camboya.

Expertos como Xavier Menéndez, arqueólogo y miembro del comité científico de fosas de la Generalitat, habían criticado que "mientras en toda España se ha excavado muchísimo aquí nos la hemos cogido con papel de fumar, solo se han puesto excusas y problemas". El consejero Raül Romeva se fijó como objetivo acabar con esta situación con la creación de un plan de fosas que hoy ha empezado a dar sus primeros frutos.

"No puede haber justicia y democracia mientras haya cuerpos condenados al anonimato en fosas desconocidas y sometidos al olvido y que sus familiares no puedan ni rendir homenaje a sus padres y abuelos -ha explicado Romeva-. Por eso nos hemos obsesionado en ordenar la memoria y mirar al futuro sustentado en los pilares de la democracia y la justicia". El consejero, que ha reconocido que "vamos tarde", considera que "se tendría que haber empezado hace 80 años o, en el peor caso, hace 40". Tras agradecer la persistencia de las entidades memorialistas, que durante muchos años han tenido que luchar contra el "silencio obstruccionista de la administración", ha destacado la necesidad de "desenterrar una parte de la historia que algunos han querido negar bajo la tierra y bajo el olvido".

En la fosa, situada en el exterior del cementerio municipal y que se empezó a escavar el 12 de junio, se han encontrado los restos de 17 personas alineadas y con indumentaria militar, por lo que se da por supuesto que eran soldados, tanto republicanos como franquistas, que participaron en los combates que se produjeron entre abril y mayo de 1938.

Tras analizar su ADN se cruzarán sus datos con los que los familiares de personas desaparecidas durante la Guerra Civil y el franquismo, recopilados por el Govern en un banco de ADN.