La llegada de Iñaki de Juana a Euskadi desató las celebraciones en la izquierda aberzale, que se movilizó con rapidez para recibirle como un héroe. La tensión se desbordó en el Hospital Donostia, en San Sebastián, donde fue ingresado, ya que los centenares de simpatizantes que aguardaban se lanzaron contra la ambulancia que lo traía de Madrid. Juan Mari Olano, portavoz de la ilegalizada Askatasuna, dijo que "este éxito" es fruto de la "lucha" de De Juana y de la izquierda radical.

El mundo aberzale estaba ansioso por disfrutar del día de ayer. Apenas media horas después de conocerse que el recluso salía de Madrid, ya se lanzaron convocatorias para recibirle en los peajes de carretera que debía atravesar. Aunque algunos actos quedaron truncados ante un cambio de ruta, la localidad alavesa de Armiñón fue el primer punto donde De Juana pudo recibir muestras de apoyo.

Tensión y desconcierto

La llegada de Iñaki de Juana no se olvidará en el Hospital Donostia. La tranquilidad quedó rota desde mediodía, cuando se empezaron a concentrar decenas de personas con banderas y carteles en favor del preso. Un gran despliegue de medios de comunicación contribuía a hacer aún más extraño el panorama, ante el desconcierto de pacientes y familiares. Los nervios se desbordaron durante la espera, cuando un grupo de personas pugnó con los ertzainas para acercarse a la puerta de urgencias. En los enfrentamientos, un joven resultó herido.

Tras recuperar mínimamente la calma, el comité de bienvenida divisó a lo lejos un convoy de la Ertzaintza, y se lanzó a la carrera para interceptar la ambulancia 100 metros antes de su llegada. Los agentes optaron por descender de sus vehículos y correr junto a la unidad medicalizada, aunque no pudieron impedir que algunos jóvenes golpeasen en los cristales para llamar la atención del preso.

En dos grupos

La tensión se disparó de nuevo al llegar al centro, ya que nadie sabía por cuál de las dos entradas del hospital iba a acceder el protagonista del día. La solución fue dividirse en dos grupos para garantizar una calurosa acogida. Tuvieron suerte quienes optaron por ir a la entrada de la unidad materno-infantil, por donde pasó la ambulancia antes de las cuatro de la tarde.

La promesa de Arnaldo Otegi, quien aseguró días atrás que esperaría a De Juana con un termo de caldo, no fue cumplida, al menos públicamente. El dirigente de Batasuna, junto con el secretario general de LAB, Rafa Díaz Usabiaga, montó guardia en el exterior de la habitación donde ingresó para charlar con él. Agentes de la Ertzaintza custodiaban la planta.

Ejerció de portavoz del recluso Juan Mari Olano, quien compareció ante la prensa con la novia de Iñaki de Juana. Cuando anunció que había decidido "dar por terminada" su huelga de hambre, los presentes rompieron en un fuerte aplauso.