La manifestación convocada por el lehendakari, Patxi López, en repulsa por el último atentado de ETA que ayer costó la vida al inspector de la Policía Nacional Eduardo Antonio Puelles García, ha concluido con el emotivo discurso de López, y la intervención espontánea de la viuda de Puelles, que quiso dejar claro a los terroristas que lo único que han conseguido es "dejar dos huérfanos y una viuda, nada más". López, por su parte, también lanzó un mensaje a ETA: "Nunca van a conseguir nada".

Al concluir la manifestación, el lehendakari pasó a leer su discurso, en el que señaló que ETA "ya ha perdido, nunca van a conseguir nada y será derrotada, porque los demócratas estamos juntos y unidos, y nunca vamos a ceder a su chantaje". "Para los demócratas es más importante lo que nos une que lo que nos separa, y este país se construirá sobre la memoria de las víctimas y no la de sus verdugos", indicó.

Asimismo, López señaló, como hiciera el día anterior, que Puelles "era uno de los nuestros" y quiso destacar que "gracias a él y a otros muchos como él, gracias a los miembros de la Ertzaintza, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, los vascos y las vascas vamos arrancando, trozo a trozo, con desgarro y sufrimiento, la mordaza de nuestra libertad". Por ello, proclamó "bien alto" que todos los que arriesgan su vida para defender nuestros derechos y libertades "son de los nuestros".

"Todas las víctimas del terrorismo, los políticos amenazados, los jueces amenazados, los empresarios amenazados, los periodistas amenazados, los profesores amenazados,... son de los nuestros, porque somos nosotros los que queremos vivir en paz y en libertad, los que queremos una Euskadi sin ETA y sin violencia. La tierra de la tolerancia y la convivencia", agregó.

Asimismo, se dirigió a la familia Puelles para mostrarles su apoyo, y les indicó que "no están solos" y que "tienen todo el cariño y la cercanía de la inmensa mayoría de la sociedad vasca". "Sabemos que Eduardo arriesgaba su vida, todos los días, para garantizar la nuestra y le vamos a estar eternamente agradecidos. No se nos va a olvidar nunca", destacó.

El lehendakari concluyó su mensaje dejando muy claro que "no les vamos a ceder ni un solo milímetro a los propagadores de la violencia, a los silencios cómplices, a los que quieren acabar con nuestros más elementales derechos, a los liberticidas, a los que amparan el asesinato, a las almas cargadas de odio". En su opinión, "se acabó la impunidad, se acabó la arrogancia de quienes utilizan el argumento del amparo velado de la capucha. Venimos dispuestos a abrir el tiempo en el que nadie tenga que ocultar que es ertzaina o policía a sus vecinos; en el que nadie tenga que callar sus opiniones por miedo; en el que nadie tenga que bajar la voz para decir lo que piensa, por temor a que le escuchen".

SOLO UNA VIUDA Y DOS HUERFANOS

Cuando concluyó el lehendakari su discurso, la viuda de Eduardo Puelles, Paqui Hernández, se hizo con el micrófono espontáneamente para agradecer las muestras de apoyo recibidas a lo largo del día, y para dejarle claro a ETA que no van a conseguir nada, que lo único que han hecho es dejar "dos huérfanos y una viuda", pero que "gracias a Dios, hay mucha gente como mi marido, mucha, y no van a poder con ellos. Cada día van a salir más y más", destacó.

Flanqueada por sus dos hijos, Hernández garantizó que en el País Vasco "se puede vivir muy bien, porque hay gente muy decente y muy honrada, donde cada uno tiene sus ideas pero las defienden hablando y no matando". Asimismo, dijo sentirse "muy orgullosa" de su marido y señaló que los terroristas que han acabado con su vida, lejos de ser "presos políticos", sólo "son asesinos". "Que no vengan sus familias pidiendo dinero para ir a verlos porque son presos políticos. ¡Mentira! son asesinos", destacó.

Paqui Hernández reconoció que los terroristas le han hecho daño, pero aseguró que les va a costar "mucho" poder con ella y con su familia. "Con los hermanos de mi marido, con mi madre y con toda la gente que le quiere", precisó.

Posteriormente, lanzó un "viva" al País Vasco, agradeció la presencia de las miles de personas que secundaron la manifestación y se dirigió de nuevo a ETA para decirle que no la van a ver llorar ni a ella ni a sus hijos. "Lloraré en casa, pero aquí no, no les voy a dar ese gusto", resaltó.