Hoy comienza en Euskadi una nueva etapa política y su principal protagonista, Patxi López, quiere iniciarla con una oferta de diálogo y acuerdo abierta a todas las fuerzas políticas. Ese será un eje fundamental en el discurso de investidura del secretario general del PSE que, si todo discurre por los cauces previstos, terminará la jornada elegido nuevo lendakari con los votos de su partido (25 escaños), del PP (13) y de UPD (1).

La mayoría absoluta en primera votación es algo inhabitual en el pleno de designación de lendakari, aunque no lo es tanto que dos candidatos se disputen el título. El precedente más inmediato se vivió hace cuatro años, en el 2005, y con los mismos contendientes de hoy: el cabeza de cartel de los socialistas y el del PNV. Pero a diferencia de entonces, Juan José Ibarretxe no contará está vez con el respaldo suficiente para ser elegido lo que implica que, después de 29 años ininterrumpidos en el Gobierno vasco, el PNV pasará a la oposición en Vitoria.

López prevé aludir en su intervención a las condiciones que han hecho posible ese cambio, pero, en principio, no tiene previsto entrar en polémica con Ibarretxe, que le seguirá en el uso de la palabra. El líder del PSE y su círculo más próximo han trabajado el discurso que resumirá las propuestas de gobierno para los próximos cuatro años y en el que los términos diálogo, encuentro, acuerdo y consenso serán los más repetidos.

IMAGEN DE APERTURA El objetivo es dar una imagen de apertura con la que contrarrestar las acusaciones de frentismo con la que los portavoces nacionalistas han acogido el acuerdo de estabilidad firmado por socialistas y populares. Las áreas principales de su exposición serán las relacionadas con la lucha contra ETA, en la que ha comprometido un combate "en todos los frentes"; las medidas contra la crisis económica con la llamada concreta a sindicatos y empresarios para que participen del diálogo social, y el desarrollo del Estatuto con la previsión de negociar en un plazo muy breve con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el traspaso de las políticas activas de empleo.

Fuentes del PSE destacan que no habrá nada en el discurso de López que pueda interpretarse como "ajuste de cuentas" con el nacionalismo. "No estamos para revanchas", apuntaron, para añadir que si algo quedará claro en la intervención del candidato socialista a la presidencia es la "mano tendida" a todos los que quieran trabajar "con responsabilidad" a favor de los vascos. El discurso de Ibarretxe tendrá mucho de testamento político, aunque no pretende reducir su intervención a un balance de sus diez años al frente del Ejecutivo vasco. El presidente el PNV, Iñigo Urkullu, apuntó que la intervención recogerá las propuestas que se defendieron en la campaña electoral y que convirtieron a los peneuvistas en la fuerza más votada (30 escaños).

INCOGNITA Fuentes del PSE subrayaron que Ibarretxe ya es pasado y que el "único interés" de su intervención radica en saber si aclara su futuro y despeja la incógnita sobre su continuidad en la Cámara o su retirada.

Mañana, el Rey firmará el decreto de nombramiento en la Embajada de España en Riga (Letonia), donde se encuentra de viaje oficial, y el jueves, López tomará posesión durante una sesión extraordinaria del Parlamento en Gernika (Vizcaya). Es previsible que la misma tarde del jueves, López de a conocer a los integrantes de su Gobierno.

Aunque dirigentes del PSE van a estar en primera línea, contará con al menos tres independientes. La identidad del último de ellos, el titular de Industria, trascendió ayer, y se trata del ingeniero naval Bernabé Unda, que se uniría a la de Cultura, Blanca Urgell, y al de Sanidad, Rafael Bengoa. Los nuevos consejeros prometerán sus cargos el viernes de forma que el sábado se reunirá ya en un Consejo de Gobierno. Será el primer Ejecutivo socialista de la historia de Euskadi y además, el único monocolor desde hace más de 20 años.