El exdirigente de ETA y miembro de Aralar Julen Madariaga aseguró ayer que "a principios del 2004" fue contactado, "junto a otro compañero", por el secretario general del PSE-EE, Jesús Egiguren, para colaborar en una intermediación del PSOE con ETA.

La propuesta contó con "el total apoyo de Zapatero", según subrayó Madariaga, que fue uno de los fundadores de ETA y ahora se halla confinado en París por una juez antiterrorista francesa.

Madariaga contó que su encuentro con el líder socialista vasco duró "entre ocho o nueve horas", pero la mediación no se concretó. "No obtuvimos garantías ni la luz verde que esperábamos", explicó.

La narración de Madariaga fue inmediata y totalmente desmentida por el Partido Socialista de Euskadi (PSE), aunque Egiguren declinó hacer declaraciones. Desde Madrid, Angel Acebes también se apresuró en acusar a José Luis Rodríguez Zapatero de actuar con "máxima deslealtad" y "traición", si no negaba "clara y rotundamente" estos contactos.

Madariaga dijo que aceptó intervenir en la mediación entre el PSOE y ETA, del mismo modo que se prestó a "aconsejar" a dos industriales navarros víctimas del impuesto revolucionario , alegando razones "humanitarias"

El histórico de ETA dice que se sintió "traicionado" al ver que los socialistas le habían pedido que hiciera la gestión de ponerles en contacto con la dirección de ETA y, por otro lado, "mandaban a la policía" cuando intervino en un asunto que él sitúa en la misma dinámica de apoyo a la pacificación del País Vasco.

54.000 EUROS Madariaga reconoce haber entregado el dinero de los industriales navarros, "exactamente 54.000 euros", pago hecho después de que ETA anunciara el alto el fuego y a petición de los empresarios, "a pesar de que se les advirtió de que si no pagaban no pasaría nada". Al parecer, estos insistieron con la condición de que el dinero "sirviera para el proceso de paz".