Sin sorpresas e, incluso, con un respaldo ligeramente superior al esperado (76,56%), Javier Madrazo fue reelegido ayer por cuarta vez como coordinador general de Ezker Batua (EB) en la 7 asamblea que el partido celebró en el palacio Euskalduna de Bilbao.

El oponente y líder del sector crítico, el parlamentario Oskar Matute, retiró finalmente su candidatura después de que la lista que presidía obtuviera el respaldo del 22,5% de los delegados. Con su reelección, Madrazo apuntala su posición en el tripartito vasco y consigue que el apoyo de la militancia neutralice las voces más críticas con la alianza de gobierno con el PNV y EA, al tiempo que también ratifica la apuesta de los rojiverdes por la consulta que promueve el lendakari, Juan José Ibarretxe.

REFERENDO INTERNO De todas formas, para evitar futuras suspicacias, serán los propios militantes de EB los que se pronunciarán en un referendo interno sobre la conveniencia o no de que los tres diputados en el Parlamento de Vitoria respalden el proyecto de ley de consulta en el pleno del próximo día 27.

Dada la trascendencia política de la iniciativa del Ejecutivo autonómico, la asamblea aprobó una resolución para que la nueva dirección pregunte sobre su idoneidad a los militantes. Madrazo plagó su discurso de llamadas al entendimiento con los sectores críticos, pero censuró sin ambages que, en vísperas del cónclave, hayan actuado "de forma muy poco transparente y demasiado conspirativa". El reelegido coordinador reclamó también indirectamente a Matute que no dé lecciones de "renovación" cuando ambos llevan el mismo tiempo ejerciendo tareas de responsabilidad pública.

Los críticos, por su parte, denunciaron haber sido discriminados a lo largo del proceso precongresual. Asimismo, uno de sus portavoces, Angel Bao, anunció que presentarán una demanda civil ante los tribunales ordinarios por supuesta vulneración de derechos, aunque en principio no se plantean impugnar la asamblea.