Pilar Ruiz, madre de Joseba Pagazaurtundua, Pagaza para sus compañeros, el jefe de la Policía Local de Andoain (Guipúzcoa) asesinado por ETA el mes pasado, dijo ayer que el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, "no tiene piedad" y le retó a un debate "cara a cara" en televisión. Arzalluz había afirmado que a Ruiz "le hicieron leer" un texto contra el PNV, pero no contra ETA, a lo que la madre del asesinado replicó: "A mí nadie me escribe los papeles".

Acompañada de varios dirigentes socialistas, de su hija Maite y de la viuda de su hijo, Ruiz reiteró sus críticas al Gobierno vasco, al que atribuyó parte de responsabilidad en la muerte de su hijo a manos de ETA.

"Soy Pilar Ruiz Albisu, nacida en Rentería, hija de un socialista que defendió la libertad, que hizo la guerra y sufrió la cárcel. Soy hija de una mujer nacionalista, y a mí no me escribe nadie los papeles, aunque fuera poco a la escuela". Así empezó su intervención Pilar Ruiz, que acusó a Arzalluz y a varios dirigentes nacionalistas de impíos. En euskera, añadió: "No tenéis vergüenza, ni temor a Dios".

"NEGLIGENCIA POLITICA"

Reiteró su denuncia de que su hijo tuvo que regresar a Andoain "obligado y disgustado", por la negativa del Gobierno vasco a prorrogar su estancia en Alava.

Maite Pagazaurtundua denunció "el desamparo y la negligencia política" del PNV y del Ejecutivo vasco por no comunicar a su hermano "que había aparecido en los papeles del comando Buruntza de ETA". Durante la comparecencia, leyó el punto tercero del pacto de Lizarra (PNV-EA-EH-IU), en el que los firmantes se comprometían a romper con PP y PSOE "porque su objetivo es la destrucción de Euskal Herria y la construcción de España".

La hermana del asesinado opinó que el Gobierno vasco es "heredero de aquel pacto con ETA", por lo que afirmó que no espera amparo ni respeto del lendakari. Y agregó: "Desde la ruptura de la tregua, estamos todos condenados a muerte".

Por otra parte, un grupo de sacerdotes vizcaínos ha redactado un escrito en el que solicita a sus feligreses que muestren su apoyo a las formaciones políticas que se ven en dificultades para completar sus listas por las amenazas de ETA, es decir a socialistas y populares. También piden a las autoridades que investiguen las denuncias de torturas.