Sus hijos murieron en la guerra de Irak y en los atentados de los trenes en Madrid del 11 de marzo. Ayer, Cindy Sheehan, la madre coraje norteamericana que ha movilizado a las familias contra la guerra; Pilar Manjón, la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, y Maribel Permuy, la madre de José Couso, exigieron el fin de la guerra y los atentados.

Sheehan perdió a su hijo a los cuatro días de llegar a Irak. Con las familias de otros soldados, esta mujer de pelo trigueño y sonrisa dolorida encabezó hace medio año la concentración que tuvo lugar en Texas ante el rancho de George Bush para exigir el fin de la guerra. "Llegamos en tres autobuses y hoy el 75% de los norteamericanos y muchos congresistas republicanos comprenden nuestra causa y opinan que la guerra fue injusta, inmoral y equivocada", explica Sheehan.

España como ejemplo

Cindy felicita al pueblo español por su protesta masiva contra la guerra y "por haber tenido el coraje de echar al Gobierno y retirar las tropas". Eso es lo que ella pide, "que termine la invasión, no siga muriendo gente y acabe la pesadilla". Con salvar una vida justifica su lucha. "España debe servir de modelo para otros países que todavía están en Irak".

Cindy también reclama justicia: "Bush ha mentido para justificar la invasión de Irak, ha incurrido en crímenes de guerra contra la población civil iraquí, que sigue sufriendo, y debe ser llevado ante el Tribunal Internacional de la Haya".

Sus serenas y enérgicas declaraciones son apoyadas por Beatriz Saldívar, que perdió a su sobrino Daniel en la guerra de Irak. Beatriz muestra la medalla que le concedieron y en castellano alto y claro --es mexicana-- acusa al presidente de EEUU de ser responsable de la muerte de más de 2.000 jóvenes.

Medalla por correo

Juan Torres recuerda la pregunta de Cindy a Bush: "¿En qué causa noble ha muerto su hijo?". La cuestión sigue sin respuesta. Torres es argentino y emigró a los Estados Unidos atraído por el sueño americano. Su hijo Jonh fue enviado a Kosovo y después a Irak. "Le faltaban doce días para acabar su misión cuando lo mataron". El padre está convencido de que lo abatieron los propios norteamericanos por razones inconfesables. "En la base se ocupaba del control logístico, era contable, y conocía lo que ocurría con el tráfico de drogas y de armas".

A Torres le remitieron por correo la medalla de su hijo. Ni un saludo ni una atención ni, mucho menos, una explicación de las autoridades sobre las circunstancias de su muerte. Tal vez sea porque "el 68% de los soldados que han muerto en Irak son hispanos y de color".

A su lado, Julie Cuniglio, tía del soldado de Dallas Aaron Dean, también muerto en Irak, acusa al presidente Bush de "crímenes de guerra" y de infligir un "terrible sufrimiento a miles de familias iraquís", por el que debe ser juzgado. Destaca también el tardío crecimiento de la conciencia pacifista en su país.

Solidaridad con el 11-M

Maribel Permuy, madre de José Couso, detecta "el adormecimiento de la sociedad española" y afirma: "Hay que seguir peleando para poner fin a esa guerra".

Ninguno de ellos duda de la relación causa-efecto entre la invasión de Irak y la masacre del 11-M. Por eso ayer quisieron expresar su solidaridad a Pilar Manjón.