Unas 45.000 personas --50.000 según los convocantes-- participaron ayer en Palma de Mallorca en una histórica manifestación para protestar en contra de la política de carreteras que quiere impulsar el Gobierno balear que preside el exministro Jaume Matas (PP). Bajo el lema Qui estima Mallorca no la destrueix (Quien ama a Mallorca no la destruye), los manifestantes recorrieron las principales calles de la capital mallorquina y lanzaron consignas en contra del PP y su socio de Unió Mallorquina, el partido nacionalista que apoya la política de carreteras de Matas, centrada especialmente en la creación de un segundo cinturón alrededor de Palma y la autopista Inca-Manacor.

MARIA DEL MAR BONET En la cabeza de la manifestación, a la que se sumaron un centenar de entidades, se encontraba la cantante mallorquina Maria del Mar Bonet y los principales dirigentes políticos de la oposición. Al concluir la marcha, la escritora Maria Antonia Oliver leyó un manifiesto en contra de la construcción de nuevas autopistas y pidió al Ejecutivo balear que paralice todos sus proyectos.

Sin embargo, el gabinete que preside Jaume Matas, a quien muchos colocan ya en el futuro Gobierno central si Mariano Rajoy gana las elecciones del 14-M, ya ha anunciado que mantendrá sus planes y apela a la mayoría absoluta conseguida en las últimas elecciones autonómicas para no dar marcha atrás a un montón de proyectos duramente contestados en las islas. Entre ellos, la ampliación del aeropuerto, las nuevas centrales eléctricas, la conexión energética con la Península, los campos de golf, puertos deportivos y nuevas urbanizaciones.

Maci Bl zquez, presidente del GOB, una de las entidades convocantes de la manifestación, celebró la asistencia de miles de personas y se felicitó "por haber superado en mucho la cifra de 30.000 personas congregradas, en 1998, en otra manifestación también contra la política urbanística de Matas".

REPLICA ADELANTADA Mabel Cabrer, consellera de Obras Públicas, temiéndose el éxito de la cita, ya salió al paso, el pasado viernes, señalando que "los asistentes a esa manifestación no representan a la sociedad balear". Cabrer dijo que "la política del Govern se sustenta en un programa que fue mayoritariamente respaldado por los ciudadanos de las islas".

"La mayoría absoluta no es un cheque en blanco", clamó la escritora Oliver durante la lectura del manifiesto. La protesta de ayer, la más multitudinaria celebrada jamás en Palma y a la que acudieron representaciones de una gran mayoría de pueblos de Mallorca como Son Sardina, Establiments, Inca, Manacor y Campanet entre otros, también sirvió para solicitar al Ejecutivo balear que no siga con su actual política lingüística en favor del bilingüismo.

El Gobierno balear tiene previsto gastarse esta legislatura más de 360 millones de euros para construir nuevas autopistas. Matas considera que la actual red de carreteras está colapsada y que es muy insegura.