Pasqual Maragall fue elegido ayer nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña con el respaldo de los 74 diputados de la izquierda (PSC, ERC e ICV-EUiA) y el voto en contra de los 61 de la oposición (CiU y PP). Al final del debate de investidura, el dirigente socialista, que será investido el próximo sábado, se comprometió a ser "el presidente de todos" los catalanes y a emplearse "de todo corazón", en la tarea de "superar todo lo que ha hecho CiU" durante 23 años. "No será fácil", añadió.

El presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, informará hoy al rey Juan Carlos del resultado de la votación. Tras ser elegido, Maragall se dirigió a los parlamentarios para expresar "sin euforia ni autocomplacencias" su convicción de que el Gobierno de izquierdas va a dirigir con acierto el "nuevo periodo abierto, el de los segundos 25 años de la autonomía catalana".

TRISTEZA CONVERGENTE Maragall, que fue felicitado por Jordi Pujol, Artur Mas, Josep Antoni Duran Lleida y otros dirigentes de CiU, calificó de lógico el "punto de tristeza" que siente la federación nacionalista ante la nueva situación política. El presidente electo añadió que CiU debía sentir orgullo por el "papel decisivo" que ha tenido en la vida política catalana de los 25 últimos años. "Ustedes han conducido el barco hasta aquí, quizá no cómo queríamos, pero sí con gran dignidad", agregó.

Maragall reconoció el "papel clave" de ERC en el logro del acuerdo tripartito y expresó su "respeto y admiración" hacia ICV-EUiA. "Ahora es la hora de un Gobierno de izquierdas", apostilló. La euforia de los diputados del tripartito estalló en el mismo hemiciclo, del que habían desaparecido rápidamente los parlamentarios de CiU.

A la sesión de ayer asistieron el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, y el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch. Invitados por ERC, asistieron el consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, y la diputada de EA, Begoña Lasagabaster.

La segunda sesión del debate de investidura estuvo marcada por el trato diferenciado que Maragall dio al portavoz de CiU y al del PP. En su discurso, Mas repitió que Maragall será un presidente a las órdenes del PSOE que llega al cargo gracias a una jugada deshonesta de ERC. Maragall recordó los ataques de CiU y fue breve, consciente de que con ello limitaba el tiempo para las contrarréplicas de su adversario.

El debate con Josep Piqué fue muy distinto. El portavoz del PP acusó a Maragall de estar a las ordenes de Josep Lluís Carod-Rovira y criticó las propuestas del tripartito. El líder del PSC no escatimó críticas al PP, pero ambos se mostraban cómodos en el debate. Maragall pidió a Piqué que siga en la vida política catalana.

PETICION DE CAROD "No se nos puede condenar antes de empezar a caminar". Carod-Rovira defendió ayer la apuesta de ERC por el tripartito y exigió a CiU que nadie se atreva a "cuestionar la legitimidad" del nuevo Gobierno catalán, para el que reclamó que le "dejen hacer".