Pasqual Maragall anunció ayer ante la Diputación Permanente del Parlamento catalán que el Ejecutivo de la Generalitat está estudiando la posibilidad de iniciar acciones para pedir responsabilidades políticas e incluso jurídicas por la actuación del Gobierno de José María Aznar en el conocimiento público del encuentro de Josep Lluís Carod-Rovira con ETA. El presidente catalán calificó de "patética, corta y miserable" la visión de España que tiene Aznar.

"Si pueden haber responsabilidades, nuestro Gobierno actuará, porque no se pueden aprovechar las buenas intenciones de un miembro del Ejecutivo catalán para poner en peligro el dispositivo antiterrorista y arañar unos cuantos votos. Y si no, denunciaremos políticamente cómo utiliza Aznar los sentimientos en beneficio propio", afirmó el president .

Maragall, que compareció para informar de los cambios en su Gobierno --destitución del conseller en cap y redistribución de sus competencias--, calificó de error la iniciativa de Carod de entrevistarse con la banda, pero defendió sus intenciones.

"Prefiero las buenas intenciones, la ingenuidad, quizá, de Carod, a la pasividad de los gobiernos que hemos tenido en los últimos ocho años", afirmó, para matizar: "Lo prefiero a condición de que Carod no cometa nuevos errores en aquello que se refiere al respeto que se merecen las instituciones y a la conducta de sus representantes".

El dirigente socialista lamentó que el patinazo de Carod hubiera dados alas a Aznar para poner en el centro del debate su visión "patética, corta y miserable" de las españas, aunque mostró su esperanza de que lo sucedido desvele al pueblo el desastre que representa "el empate permanente de los dos nacionalismos conservadores". Y añadió: "Parece que se prefiere mantener ETA viva, como un espantajo para justificar el inmovilismo".

PREGUNTA DE CIU Artur Mas (CiU) preguntó a Maragall por qué Carod seguía como conseller tras haberle sido desleal. Y le recriminó que no le destituyera hasta que se lo reclamó el PSOE. "Nunca, un presidente de la Generalitat había actuado con tan poca dignidad en el ejercicio de su cargo", dijo el nacionalista.

Josep Piqué (PP) lamentó que Cataluña estuviera en boca de todo el mundo como un país asociado a la radicalidad y a ETA. Calificó de "repugnante" que Maragall dijera que el Gobierno central prefiere que ETA siga viva y censuró que Maragall se haya visto arrastrado por ERC y hable de "cambiar radicalmente la idea de España".