Pasqual Maragall reapareció ayer tras la noche electoral para lanzar una inequívoca advertencia a quienes, desde el resto de España, incluidos algunos dirigentes del PSOE, intentan inmiscuirse en la política catalana y presionan al PSC para que llegue a un acuerdo con CiU que permita la elección de Artur Mas. "Que todo el mundo lo tenga claro: las decisiones sobre el futuro de Cataluña se toman en Cataluña; y por lo que respecta al PSC, las toma el PSC. Conmigo al frente", dijo.

Ante dirigentes del PSC, dejó claro que no tira la toalla pese a no haber ganado las elecciones. Maragall no renuncia a forjar una mayoría de izquierdas de la que salga un Gobierno "catalanista y de progreso" presidido por él.

La postura de Maragall obtuvo ayer el respaldo del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que dio vía libre al PSC para negociar. Maragall también recibió el apoyo de Odón Elorza. El alcalde de San Sebastián, que deseó que el PSC configure un gobierno de izquierdas, invitó indirectamente a Zapatero a forjar un liderazgo "mucho más acusado". Elorza considera que la presión del PP sobre el PSOE hace que los socialistas no acaben de "arrancar".

El líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, inquieto por si finalmente CiU y PSC llegan a un pacto, avisó a estas formaciones de que tal acuerdo se volvería contra ellos. "Si hay un Gobierno CiU-PSC, dentro de cuatro años, ERC, tendrá mayoría absoluta", advirtió.

Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, se reunirá hoy con personalidades del mundo empresarial catalán. Rajoy les quiere transmitir la inquietud de su formación y del presidente José María Aznar sobre la participación de ERC en el Gobierno catalán, así como la conveniencia de que CiU espere a las generales antes de formalizar una alianza.