El presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, justificó y mantuvo ayer su decisión de participar en la celebración de la Fiesta Nacional del día 12 de octubre en Madrid. Sin embargo, su decisión ha suscitado reacciones negativas en ERC e ICV, sus propios socios del tripartito, entre otros.

Maragall confirmó el jueves pasado a un satisfecho José Bono, ministro de Defensa, su intención de asistir a la parada militar, en la que participará por primera vez un presidente catalán, ya que Jordi Pujol nunca ha asistido a la plaza de Colón.