El ex presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, asegura sentirse traicionado personalmente por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de quien afirma que le dijo en una encuentro en la Moncloa que prefería a José Montilla como presidente del gobierno catalán.

En una entrevista que publica la revista catalana L'Avenç del mes de mayo, Maragall hace un repaso a su trayectoria como presidente de la Generalitat desde que en el año 1998 volvió de Roma y aceptó la propuesta del PSC para optar al cargo de máximo dirigente catalán, así como a su labor al frente del gobierno autonómico durante los años 2003-2006.

Pasqual Maragall explica que el distanciamiento con Rodríguez Zapatero ya se inició durante la discusión del Estatut, cuando el presidente del Gobierno "iba diciendo que no me presentara" (a la reelección como presidente catalán).

Esta actitud de desapego entre ambos políticos se confirmó cuando, en una entrevista en la Moncloa, Zapatero "me dijo que prefería a Montilla como presidente. Yo me llevaría el Estatut y él como presidente del PSOE proponía a otro presidente de la Generalitat", asegura Maragall.

El ex dirigente catalán recuerda que mientras Zapatero y él mismo estaban en la oposición la sintonía entre ambos "funcionaba" y que posteriormente se "producen dos desencuentros, que se reflejan en una reunión del consejo nacional del PSC, en febrero de 2006, a la que asiste Zapatero y en el que yo, en mi discurso, le digo que 'dicen que yo soy imprevisible, ¡pero mira que tú!".

"Y el otro (desencuentro) es cuando (Zapatero) recibe a Mas en la Moncloa, y salen juntos a decir que han llegado a un acuerdo sobre lo que ha de decir el Estatut. Lo que pasa es que, con todo esto, se vuelve a la filosofía antigua. El Zapatero federalista de Santillana ha dejado paso a un Zapatero 'felipista'", añade.

En la entrevista, Maragall también recuerda que desde el PSOE "hubo una presión muy fuerte" para que relevara a Josep Lluís Carod-Rovira en el primer gobierno catalán de coalición tras su entrevista con miembros de ETA en Perpiñán (Francia) en enero de 2004.

"El PSOE -indica- aún no gobernaba y posiblemente no habría llegado a gobernar si la reacción (de destituir a Carod-Rovira) no hubiese sido fulminante, superior a la que yo había inicialmente previsto".

Respecto a su futuro, el veterano político catalán se muestra interesado en tener "un rol dentro de una institución directamente centrada en el Euromediterráneo, que hasta ahora ha tenido un carácter más técnico y cultural, pero que irá cogiendo más peso".