Tres personas con los rostros cubiertos quemaron una bandera española cuando Arnaldo Otegi, líder de la ilegal Batasuna, intervenía al término de una manifestación que discurrió por las calles de San Sebastián bajo el lema No al apartheid, autodeterminación . En ese momento, los miles de personas que participaron en la movilización irrumpieron en gritos a favor de ETA. Así acabó una marcha que fue autorizada por el alto tribunal vasco.

La manifestación había sido prohibida inicialmente por el Gobierno vasco, pero esa decisión fue recurrida y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) la autorizó al estimar que la convocante era una persona particular sin relación con Batasuna. En su decisión, el Departamento de Interior vasco no había aludido a la probabilidad de incidentes, motivo que suele bastar para que los jueces acepten prohibir una manifestación o un acto público.

La marcha estuvo protagonizada por dirigentes de la ilegalizada Batasuna. Otegi, también portavoz del grupo parlamentario Socialista Abertzaleak, copó el acto final. Toda la organización y los mensajes de la protesta coincidieron con los habituales de la formación ilegal.

MITIN DE OTEGI

En el escenario situado en el Boulevard donostiarra, a pocos minutos de que diera comienzo la Semana Grande, Otegi pronunció un mitin que fue interrumpido por tres encapuchados que rociaron con líquido inflamable una bandera española y la prendieron. Otegi, en una nube de humo, dijo en tono jocoso: "¡Qué mal huele la bandera española!".

En la marcha tomaron parte los exconcejales de Batasuna en San Sebastián Miren Zinkunegi, Josetxo Ibazeta e Iñigo Balda. Este último había participado días atrás en la rueda de prensa en la que informó de la convocatoria de la manifestación. Los tres portaban la pancarta con el lema, justo detrás de una gran ikurriña que encabezaba la marcha. En segunda fila, junto a Otegi, también iba el parlamentario de Batasuna Joseba Alvarez.

DISPERSION PACIFICA

Entre los gritos coreados, se escucharon varios en favor de ETA, de la independencia y de los presos etarras. Los asistentes pusieron fin al acto entonando el Eusko gudariak (la canción del soldado vasco) y se dispersaron sin provocar altercados.

Durante la manifestación no hubo presencia de la Ertzaintza, al contrario que en otras protestas similares. Tras la autorización de la marcha por parte del alto tribunal vasco, Interior optó por no situar dotaciones con material antidisturbios ni a la cabeza ni a cola de la marcha.

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, declaró ayer que la manifestación es "un nuevo acto de apología del terrorismo por parte de los proetarras".