Mariano Rajoy requirió ayer al que será su rival en las elecciones del 2004, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que explique "qué deudas políticas tiene", al tiempo que se presentó como un político libre de hipotecas en su carrera hacia la presidencia del Gobierno.

Con la crisis madrileña de fondo, el nuevo líder del PP cargó contra el candidato socialista al poner en duda sus "posibilidades como gobernante", su "solvencia" y el "valor de su palabra". "Ya le hemos ido conociendo un poco más", ironizó Rajoy.

LA "NECESIDAD" DE GANAR

Tras apoyar el pasado domingo a Josep Piqué como candidato en Cataluña, Rajoy repitió ayer en Madrid con Esperanza Aguirre. Ante unos 3.000 seguidores, pidió la movilización de todo el electorado conservador porque ganar el 26 de octubre en Madrid "es una necesidad".

Fue Aznar quien glosó a Rajoy y Aguirre como "candidatos serios" que garantizan las reglas del juego del pacto constitucional de 1978.

De la candidata madrileña destacó, además, su paso por la presidencia del Senado. Dijo que Aguirre convirtió la Cámara alta en la representación de la "soberanía" y la "congregación nacional", mientras los socialistas quieren hacer del Senado una "cámara de disgregación" donde "17 gobiernos diferentes no lograrían ponerse de acuerdo".

Aznar habló apenas 15 minutos y dijo encontrarse "cómodo" en su papel de telonero. El presidente del Gobierno emplazó al PSOE a aclarar si tras las elecciones madrileñas "va a hacer una coalición estable con los comunistas", en alusión a IU, y añadió que, si es así, "debería tener el coraje de formar una candidatura única y presentarse juntos". "Si no --añadió-- que explique qué está dispuesto a dar a los comunistas, que han impedido la disolución de Batasuna en el Parlamento vasco en contra de la decisión del Supremo y que hasta ayer han estado a favor de que se den subvenciones al brazo de ETA".

ALBERDI, UTILIZADA

Rajoy auguró que Zapatero pagará el coste de haber llevado en las listas a los dos tránsfugas. Y utilizó las críticas de la exministra socialista Cristina Alberdi y las medidas disciplinarias que la dirección del PSOE quiere adoptar para mofarse del estilo de Zapatero: "Ya hemos visto con qué grandeza, elegancia y educación la han tratado".