El juez Fernando Grande-Marlaska confirmó ayer que ETA quería montar una fábrica de explosivos y reorganizar tres comandos, en los autos de prisión que dictó contra Faustino Marcos, Ion Rosales y Adur Arístegui, detenidos esta semana en Cataluña. El magistrado no especifica el lugar en el que iba a ubicarse la instalación aunque da por buenas las declaraciones de Faustino Marcos, que ante la policía manifestó que iba a usar un almacén en Barcelona y una masía en Girona.

Grande-Marlaska explica que "la razón del regreso a España" de Marcos "podía ser la de la localización de un lugar donde depositar y elaborar artefactos explosivos". El juez sostiene que las declaraciones policiales del detenido son verosímiles. En ellas, Marcos afirmó que tenía previsto usar locales en Cataluña para esconder material explosivo.

IDENTIDAD FALSA Grande-Marlaska señala en sus resoluciones que Marcos fue detenido en la estación de Renfe de Portbou (Girona) cuando viajaba desde Montpellier (Francia) hasta Cartagena (Murcia). El imputado ofreció una identidad falsa tras su arresto. La policía le intervino un revólver de color plateado con mango negro cargado con seis balas. Además, "dentro de los calzoncillos" llevaba una "bolsita de plástico transparente" con otras siete balas. También portaba dos DNI falsos, dos cartas de identidad francesas, un ordenador netbook, dos discos duros externos, cuatro memorias USB y una memoria MP3.

Este presunto etarra fue captado por la banda en el 2001 y aceptó realizar "informaciones de supuestos objetivos" hasta que en junio del 2002 huyó a Francia. En el país vecino ascendió con rapidez en la estructura etarra y estuvo a las órdenes del exnúmero uno de ETA Javier López Peña, Thierry, y del exjefe militar Aitzol Iriondo. Además, se integró en un comando, fue novio de Idoia Mendizábal y tuvo contactos con otros tres etarras que están presos en Francia.

En agosto del 2008 se puso a las órdenes de Mikel Oroz, en paradero desconocido, y se dedicó a "elaborar material explosivo" junto a Alejandro Zobaran. El magistrado le imputa los delitos de integración y tenencia de armas y explosivos.

El juez también envió a prisión a los conocidos como el comando Facebook, Ion Rosales y Adur Arístegui, por colaboración con ETA. Los imputados colgaron en esta red social unas fotografías en las que lucían la camiseta de la selección española. La policía les intervino un pen drive con "el sistema operativo" que usa ETA y con instrucciones para elaborar explosivos.