Marruecos quiere entablar una conversación "amistosa y franca" con España sobre el futuro de Ceuta y Melilla. Ahora bien, la solución que se adopte debe contemplar "los derechos fundamentales de Marruecos" sobre estas ciudades, según señaló ayer el portavoz del Gobierno marroquí, Jalid Naciri. El también ministro de Comunicación aseguró que es "fundamental" que se abra el diálogo para que se recuperen las relaciones entre ambos países, y sugirió que este puede determinar la vuelta del embajador marroquí a Madrid. "El regreso de nuestro embajador está en función de la evolución positiva de las relaciones entre los dos países", señaló.

Mohamed VI afirmó en un comunicado, el día que los Reyes visitaban Melilla, que es preciso que España y Marruecos entablen un "diálogo honrado, franco y abierto", que garantice los derechos de soberanía de Marruecos y "tome en cuenta los intereses de España". Pero la posición del Gobierno español es clara: no hay nada que negociar porque Ceuta y Melilla son españolas. Así lo dijo María Teresa Fernández de la Vega. La vicepresidenta reveló que, pese a las "divergencias", siguen los contactos con Marruecos.

RESPUESTA CONTUNDENTE El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, dijo en Santiago de Chile, en la Cumbre Iberoamericana, que España mantiene una posición "clara, contundente y firme".

Por su parte, la Liga de Estados Arabes mostró ayer su "apoyo total" a las reivindicaciones de Marruecos en relación a sus derechos de soberanía sobre Ceuta y Melilla. La Liga resaltó que el conflicto debe resolverse "a través del diálogo y de forma pacífica".