El parlamentario madrileño Benjamín Martín Vasco, del PP, renunció ayer a presidir la comisión de investigación sobre espionaje de la Asamblea de Madrid. Pero su decisión no tiene que ver con ese caso, sino con otro que también salpica a los populares: el de la trama de corrupción que investiga el juez Garzón. El es uno de los aforados que aparecen en el sumario.

Claro que, cuando Martín Vasco dio a conocer su decisión a la prensa, aún no había trascendido que él estaba siendo investigado. Entonces alegaba que dimitía como presidente de la comisión para poder dedicarse, con más tiempo, a querellarse contra Isabel Jordán. Se da la circunstancia de que Jordán es una de las imputadas por Garzón que, en conversaciones telefónicas grabadas, acusa al parlamentario madrileño de cobrar comisiones.

Tanto el PSOE como IU habían pedido ya la recusación de Martín Vasco por entender que su posible relación con la red de corrupción le inhabilitaba, a su entender, para dirigir la investigación parlamentaria sobre espionaje. El y su partido se habían negado hasta ahora. Pero ayer hubo un cambio de estrategia: Martín Vasco anunció que abandonaba. No obstante, antes de dar la noticia a los periodistas, había telefoneado para comunicar su decisión a su jefa directa, Esperanza Aguirre, y al presidente del partido, Mariano Rajoy.

"TODO EL DERECHO" Así, aprovechando un acto electoral en Galicia, Rajoy recalcó que le parecía "muy bien" la decisión de Martín Vasco, por considerar que tiene "todo el derecho" a emprender acciones legales contra quien le acusa. Aguirre dijo "entender" que haya dimitido, a fin de "dedicarse a querellarse contra quienes le imputan delitos gravísimos". Horas más tarde se supo que Martín Vasco era investigado.