Artur Mas ganó ayer las elecciones al Parlamento de Cataluña y, salvo sorpresas, será elegido dentro de un mes nuevo president de la Generalitat con el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el gran vencedor de la jornada y verdadero árbitro de la política catalana. Su rival, el socialista Pasqual Maragall, anunció anoche que no renuncia a forjar una mayoría progresista alternativa, con ICV-EUiA y ERC.

El heredero de Jordi Pujol ganó en escaños, pero no en votos. La coalición nacionalista obtuvo 9.787 votos menos que el PSC, pero se traduce en 46 diputados (tenía 56), mientras que los socialistas lograron 42 parlamentarios (tenían 50). Como ocurrió hace cuatro años, los socialistas de Pasqual Maragall han sacado más votos que sus rivales de CiU, pero el sistema electoral catalán, que prima las provincias menos pobladas, les ha vuelto a perjudicar. ERC ha subido hasta 23 escaños (tenía 12), el PP sube a 15 (tenía 12) e ICV sube también a 9 (tenía 5).

ALTA PARTICIPACION Una segunda lección de la jornada: el incremento de la participación --del 59,20% en 1999 al 63,36% ahora, cuatro puntos más-- ha favorecido a los partidos pequeños, pero no a los grandes. Tanto CiU como el PSC han perdido votos absolutos y escaños (diez menos cada uno). Esquerra Republicana ha colmado sus aspiraciones más optimistas: superar el medio millón de votos y 23 diputados.

Los dirigentes de ERC se mostraron anoche prudentes, recordando que quien quiera pactar con su partido debe cumplir una serie de condiciones: lucha contra la corrupción, un calendario para elaborar un nuevo Estatuto y el compromiso de que su socio no pacte en ningún caso con el Partido Popular ni en Barcelona ni en Madrid, pensando en el escenario que surja de las elecciones legislativas del 2004.

Pero la prudencia de los dirigentes de ERC se vio superada anoche por la euforia de los militantes y simpatizantes de esta formación, que anoche aplaudieron sin cesar a su líder, Josep Lluis Carod-Rovira, cuando anunció los espectaculares resultados electorales.

SITUACION SIMILAR Los socialistas repiten la misma situación que hace cuatro años: han vuelto a ganar en votos, pero no en escaños. El líder del PSC, Pasqual Maragall, destacó la "victoria" de las izquierdas, que suman 74 escaños frente a los 61 de CiU y PP, y no descartó poder ser elegido presidente si puede pactar con ERC e ICV.

Anoche, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que el resultado electoral "permite abrir el paso a la alternancia" en Cataluña. Desde la sede de Ferraz, dijo que el PSC se "reafirma" como la primera fuerza en número de votos, el triple que el PP.

Por su parte, el candidato del PPC, Josep Piqué, afirmó que se su partido ha logrado "un primer paso importante para conseguir ocupar la centralidad política en Cataluña y ser percibido como un partido de gobierno" en esta comunidad. Pidió a CiU y PSC una "reflexión" por su "fracaso político" en estos comicios.

Mientras, la dirección nacional del Partido Popular calificó anoche de "éxito" electoral los resultados y dijo que los ciudadanos han "dado la espalda al PSOE de Zapatero" y que han retirado su confianza a CiU.