Artur Mas tanteará en una ronda inmediata de contactos la disponibilidad de sus rivales para trabajar conjuntamente en los frentes que el presidente electo de la Generalitat considera clave --la lucha contra la crisis, la creación de empleo y el combate del fracaso escolar--, al margen del concierto económico, que quiere lograr mediante un pacto fiscal que planteará al Estado durante la legislatura. El objetivo, dijo, es "construir puentes de diálogo", algo con lo que CiU no cuenta prácticamente desde el 2003. Desde entonces, ha actuado sin pacto alguno, con la excepción del periodo de negociación del Estatut.

Mas precisó que el objetivo de esas reuniones no es recabar apoyo para su investidura, y agregó que dejará esta cuestión a un equipo negociador de CiU, cuyos miembros aún no han sido designados. "Nos lo podríamos ahorrar de acuerdo con nuestros resultados, pero tenemos una actitud dialogante", dijo el líder nacionalista. También precisó que en el caso del PSC quiere reunirse con José Montilla, pese a que este ha anunciado que renuncia a ocupar su escaño en el Parlament.

Mas compareció junto a Josep Antoni Duran Lleida (al que iba aleccionando sobre lo que debía responder a los periodistas) y pidió que no se hagan quinielas sobre los miembros que integrarán el Govern. Preguntado sobre si este cumplirá con la paridad, dijo que no tiene intención de moverse por cuotas. Duran recordó que CiU quiere que sea Núria de Gispert quien presida el Parlament, un cargo que hasta ahora nunca ha recaído en una mujer.

SIN PRESIONES Pese a la petición de Mas, las cábalas sobre quiénes serán sus consellers no se detienen. El que será el nuevo president afronta el reto de formar su primer Govern. Sus allegados en CDC insisten en que habrá sorpresas y que supondrán un aviso nada casual: Mas ya no le debe nada a nadie, nadie puede ejercer presiones que él no quiera aceptar.

De momento todo son especulaciones y no hay dirigente nacionalista que no argumente que los afectados lo sabrán solo horas antes de ser nombrados. Mal que le pese, en esto Mas recuerda a José María Aznar y a su famosa libreta azul.