El PP se enfrenta en estas horas a la crisis más seria y profunda de la era Rajoy. El líder de los populares ha presidido este viernes la reunión del consejo de ministros que, a buen seguro, debe haber sido una de las más complicadas de su mandato: mientras él repasaba con su Ejecutivo la semana -en la que se han aprobado los Presupuestos en el Congreso y ha salido la sentencia del caso Gürtel-, el PSOE registraba en el Parlamento una moción de censura para obligarle a que haga las maletas y salga de La Moncloa. Ciudadanos, por su lado, exige a Rajoy que se comprometa a disolver las Cortes y a convocar él generales o advierten de que apoyarán una moción "instrumental", esto es, para que derive en comicios inmediatos. Ante el calvario político que se le viene encima, el presidente Mariano Rajoy ha protagonizado una rueda de prensa y ha avisado que él pretende seguir por el bien del país, al entender que la moción de Sánchez responde al interés personal y "perjudica a España".

De la comparecencia del presidente se deduce que pretende ganar tiempo (su especialidad) en un momento clave para su futuro, dado que el PSOE aún no tiene claro con qué partidos podrá contar para sacar adelante una moción registrada antes de que se reuniera la propia Ejecutiva socialista, algo que ha causado malestar interno, y cuyos detalles no se han comunicado a Albert Rivera, que cuenta con 32 diputados. Ciudadanos no oculta su estupefacción y malestar por esta estrategia de Sánchez y ya ha adelantado como primera decisión, antes de que su cúpula nacional se reúna el lunes, que no apoyará la iniciativa de censura socialista. Claro que a los del puño y la rosa les bastaría con su abstención.

Pero el equipo de Rivera no parece estar en eso. Al menos, de momento. Quieren que Rajoy dé el paso de anunciar que adelantará las generales. En ese escenario, que es el que más conviene a los naranjas, con los sondeos a favor, se llenarían los razones para poder votar 'no' al intento del jefe de los socialistas y mantener al actual presidente del Gobierno unos meses más en el cargo. Sin embargo las declaraciones hechas por Rajoy desde La Moncloa no han ido ni mucho menos en esa línea: dice que quiere seguir porque va a recurrir la sentencia de la Gürtel y que no ve motivos para marcharse anticipadamente. Al contrario. (Y tampoco está en PP como para abrir debates sucesorios).

Que la oposición se retrate

Eso quiere decir que el líder de los conservadores pretende aguantar el pulso y obligar a la oposición a que se retrate. Esto es, llegar a la moción de censura de Sánchez sin dar facilidades a Cs y que tenga que decidir si la permite o no. Y comprobar de paso si el jefe de los socialistas está dispuesto a robarle la silla con el voto de los indepedentistas catalanes en un momento de desafío como el actual, con Carles Pugidemont en Alemania y Quim Torra como president investido y anunciado que al Estado le llegarán más curvas desde Catalunya. Todo mientras Pablo Iglesias, en Podemos, saluda la moción en los días en que ha puesto su cargo a disposición de sus bases para comprobar si siguen confiando en su liderazgo tras la compra de un chalet excesivo, según parte de sus compañeros de filas.

En todo caso desde Moncloa se sigue con especial ahinco el devenir de la estrategia de Ciudadanos. Habrá que aguardar al lunes para conocer la posición oficial y definitiva de Rivera. Desde su entorno se insiste en que no puede seguir apuntalando a Rajoy tras la sentencia Gürtel, que da por finiquitada la legislatura y que apuesta por elecciones. Si el PP no cede a esto, su idea aún sin concretar es intentar una segunda moción de censura (tercera de la legislatura tras la fallida de Iglesias) distinta a la de Sánchez.

Pero la realidad es que le faltan 3 diputados para poder registrarla sin pedir ayuda. Así que su idea es reclamar apoyo a los partidos más pequeños de la Cámara para presentar a un candidato neutro con un programa de un solo punto: comicios urgentes. La operación se antoja harto difícil porque algunos de esos grupos tienen acuerdos electorales con el PP, con el PSOE o se benefician directamente de la aprobación de los Presupuestos en este ejercicio.

Maillo sale al ataque

En el Gobierno y en el PP se vive todo en estado de shock y, por el momento, se opta por dejar que los demás actúen, "cometan errores" mientras ellos se aferran a la resistencia aun siendo conscientes del via crucis político que tienen por delante. "No es la primera vez", recuerdan algunos de sus más veteranos dirigentes, sacando a colación que Rivera hizo campaña garantizando que no permitiría la investidura de Rajoy por la corrupción y exigiría otro candidato y al final "todo se quedó en humo". "El miércoles votó los Presupuestos del Gobierno de Rajoy, el que unas horas después dice que no sirve", puntualizan desde el Grupo Popular.

Es cierto, pero esta vez los números para desbancar a Rajoy le son más propios a la oposición que hace unos años, pero sin una mayoría cierta a esta hora. Y a eso se agarran en Génova para salir a disparar al contrario: el coordinador de los populares, Fernando Martínez-Maillo, ha criticado con dureza a Sánchez por presentar una moción que a su entender desestabiliza a España "y da ventaja al indepedentismo y a quienes no apuestan por nuestro país".