A José María Aznar no le salen las cuentas para obtener la Medalla de Oro del Congreso de EEUU. Casi cuatro meses después de ser propuesto para la más alta distinción del legislativo norteamericano por su apoyo a la guerra contra Irak, el presidente español sólo cuenta en la Cámara de Representantes con 13 de los 290 apoyos necesarios (dos tercios de la Cámara).

La iniciativa, presentada el 15 de mayo pasado por el demócrata Silvestre Reyes y el republicano Jim Gibbons, permanece congelada coincidiendo con las crecientes críticas de los norteamericanos a la guerra. La concesión de la medalla al otro aliado de las Azores, Tony Blair, el 18 de julio pasado, ya provocó las críticas de algunos representantes.

ESCALA SUPRIMIDA

Aznar, que el próximo día 21 viajará a Nueva York y a Miami, preveía antes del verano incluir a Washington en la gira. Fuentes diplomáticas aventuraron que el retraso en la concesión de la medalla explicaría la supresión de esa escala.

"No parece que la iniciativa vaya a ser debatida o votada próximamente", indicó a este diario el portavoz del representante demócrata Jim McDermott, que se opuso al otorgamiento de la medalla a Blair con el argumento de que había mentido en sus acusaciones sobre la supuesta compra de uranio por Irak.

El portavoz del representante republicano Ron Paul, contrario a la concesión de medallas por razones económicas, consideró que los apoyos de Aznar son de momento muy escasos y que, "si fuera Silvio Berlusconi (el primer ministro italiano) tendría motivos para estar preocupado". Sin embargo, añadió, al ser el presidente español un líder "no polémico", lo más probable es que reciba finalmente la medalla.