Cada vez son más los dirigentes del PSOE y los miembros del Ejecutivo que echan la vista atrás y añoran aquella etapa en la que el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, no tenía que salir en solitario a defenderse de los ataques de la oposición porque contaba con un vigoroso escudo protector que se llamaba Alfonso Guerra. Este controlaba con mano de hierro el aparato del PSOE gracias a su condición de vicesecretario general y ejercía también de número dos en el Ejecutivo. Un papel que en los próximos meses podría pasar a desempeñar el actual ministro de Fomento y número dos del PSOE , José Blanco, si José Luis Rodríguez Zapatero decide elevarlo a la vicepresidencia primera tras el verano y una vez finalizado el semestre español de la UE.

CENTRO DE LA DIANA La personalización excesiva de Zapatero es también fruto de una estrategia mediática, muy positiva cuando el viento de la economía soplaba a favor, pero que ahora se ha revelado contraproducente. "Al crear la marca ZP , que tan buenos resultados nos ha dado, pusimos al presidente en el centro de la diana, contribuyendo a que el PP personalizara en él todos los ataques", reconoce una dirigente destacada.

Para evitar que esa estrategia acabe logrando su objetivo, hay cada vez mayor consenso en la necesidad de blindar al jefe del Gobierno con una persona de su máxima confianza y un marcado perfil político que le ayude a responder sin pelos en la lengua a los ataques de la oposición con las mismas armas, y que goce de autoridad contrastada tanto en el partido como en el Gabinete. Y solo una persona reúne esas características: José Blanco.

ASCENSO GRADUAL Zapatero ha dado pistas de que sus intenciones van también en ese sentido. "Cuando el presidente pidió a Blanco que combinase su papel de vicesecretario general del PSOE con la cartera de Fomento, el ministerio más inversor, ya estaba apuntando en esa dirección", opina un miembro del aparato socialista. De hecho, desde que empezó el año, Blanco ha redoblado su tarea como portavoz del PSOE y ha ganado peso específico en el Ejecutivo en detrimento de De la Vega.