El presidente de México, Felipe Calderón, se comprometió ayer ante José Luis Rodríguez Zapatero a "mejorar" los mecanismos de cooperación judicial para acelerar las extradiciones de los miembros de ETA de manera que no puedan "tener cobijo" en el país centroamericano. El mandatario mexicano dijo que es pronto para saber si ese compromiso implicará cambios en la legislación, puesto que la reforma que presentó al asumir el cargo, en diciembre, no está tramitada. En los últimos años, varios etarras han sido expulsados a España, pero por "estancia irregular" e infringir las normas de emigración, y siempre después de que sus abogados agotaran todas las triquiñuelas legales.

Este compromiso quedó sellado en el Palacio Nacional de México por los dos mandatarios en un documento que amplía la alianza que establecieron los gobiernos en el 2001. El nuevo texto abunda en la cooperación antiterrorista. Además de a facilitar las extradiciones, Calderón se ha comprometido --como hizo su antecesor, Vicente Fox-- a ahogar la financiación que ETA encuentra en asociaciones y negocios de simpatizantes que viven en México. Hace dos años, la policía española cifró en 80 los etarras en el país, el colectivo más importante de los estados del continente. También acordaron crear una Agregaduría de la Secretaría de Seguridad Pública en la Embajada de México en España, para mejorar el intercambio de información sobre seguridad.