Los magistrados del Tribunal Constitucional decidieron ayer bajarse el sueldo un 15%, aplicando las medidas de ajuste aprobadas por el Gobierno para paliar los efectos de la crisis. El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, también asumió esta rebaja. Mientras, los fiscales quieren que el Ejecutivo se comprometa con ellos a devolverles su poder adquisitivo cuando la economía española se estabilice.

La decisión del Constitucional se tomó en un pleno al que asistieron sus 11 miembros. La presidenta del alto tribunal, María Emilia Casas, sufrirá la mayor rebaja, ya que percibe 146.000 euros, mientras que el resto de jueces de este tribunal cobra 125.000 euros.

REDUCCION Por su parte, Dívar también sufrirá el mismo recorte que Casas, mientras que los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) reducirán un 10% sus salarios, que rondan los 6.000 euros al mes, aunque disfrutan de coche oficial, secretaria particular y escoltas. Los fiscales sufrirán un recorte del 9,75%.