Cerca de un millar de personas, según la policía, se concentraron ayer en la Plaza de Oriente de Madrid, convocados por la Confederación Nacional de Combatientes y con la presencia del fundador de Fuerza Nueva, Blas Piñar, para conmemorar el treinta aniversario de la muerte de Francisco Franco.

Los concentrados, que portaban banderas de España pre-constitucionales, bufandas y brazaletes con los colores de la bandera española, boinas rojas tradicionalistas y uniformes falangistas, profirieron gritos insultantes contra el presidente del Gobierno y vivas a Franco, y corearon, en varias ocasiones, el grito de "Carrillo, asesino".

Desde las doce del mediodía y hasta las dos y media de la tarde, los concentrados presenciaron las intervenciones del fundador de Fuerza Nueva, Blas Piñar; el presidente de la Confederación Nacional de Combatientes, Luis Benítez de Lugo; el consejero nacional de La Falange, Miguel Mariat; el nieto de Blas Piñar, Miguel Menéndez Piñar; el presidente del Partido Nacional alemán, Udo Voight; y el presidente del partido italiano Fianne Tricolore, Máximo Zanoni.

En su discurso, Blas Piñar abogó por un "espíritu nacional capaz de recobrar la unidad territorial, política y religiosa de España". Además, Piñar ensalzó la figura de Franco y lamentó que "el Estado se dedique a destruir la nación a través del Estado de las Autonomías y la Constitución de 1978".

"DESARROLLO ENVIDIABLE" En opinión de Piñar, "Franco liberó a España del comunismo, sacó al país del analfabetismo, resolvió el problema de la vivienda y produjo un desarrollo industrial envidiable" y hoy se le presenta "como un militar mediocre, ambicioso, sanguinario, que disfrutaba con las penas de muerte, y se arrancan de cuajo sus monumentos, de noche y con odio".