Fue una apretada mañana para la ministra de Exteriores española, Ana Palacio. Visita a la Base España; té con su amiga, la ginecóloga y miembro del Consejo de Gobierno, Raya Habib Al Jusain; encuentro con "la sociedad civil" de Diwaniya en el hospital materno local; almuerzo con la tropa --en el que compartió mesa con el gobernador, Hazim Kasam Al Shalami--, y unas palabras para la prensa. Fue una visita rápida, pero suficiente para adelantarse a la que el ministro de Defensa, Federico Trillo, hará a finales de este mes a las tropas españolas en Diwaniya.

Tan apretado fue el programa de la ministra que, al acabar la jornada, a pesar de coincidir en Bagdad con el Secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, en la agenda no se pudo hacer un hueco para un encuentro, y ambos hablaron por teléfono.

REVISTA FEMENINA INVITADA

Palacio aterrizó en el helipuerto de Base España hacia las 9.30 horas. Le acompañaba una periodista de la revista femenina Telva invitada por la ministra. Un piquete de honor la esperaba a pie de pista, junto con los jefes de las unidades presentes en Irak. Tras un recorrido por la base Palacio se dirigió, a bordo de un vehículo blindado y escoltada por legionarios de Almería, a la casa donde reside la doctora Al Jusain, en Diwaniya. Previamente, soldados españoles habían tomado posiciones y cerrado la calle donde vive la doctora como medida de precaución.

Dirigiéndose a Raya y a su hija, radióloga de profesión, Palacio rindió un homenaje a las mujeres iraquís. "No es fácil ser una mujer en Irak; tu madre está llena de fortaleza, llena de coraje; las mujeres tienen que jugar un importante papel en este país", dijo.

Minutos más tarde, en el hospital materno de Diwaniya, pudo comprobar que las necesidades en esta zona son muy perentorias. A algunas demandas, Palacio tuvo que responder con un "estudiaremos el proyecto", ya que, recordó, "los fondos de la cooperación española no son ilimitados". Palacio no quiso entrar en polémicas acerca del contestado gobernador, Hazim Kasam Al Shalami, que en agosto reprimió a tiros disturbios locales. Cuando se le preguntó sobre el dirigente local, hiló muy fino, dijo que había tenido "poco tiempo" para conocerle y que la intervención del gobernador en el hospital había sido "correcta".

La ministra demostró que las distancias cortas y el trato con los desfavorecidos se le dan bastante bien. Quiso visitar expresamente un ala donde los bebés reciben tratamiento por fallos renales o diarreas. "Este hospital simboliza el futuro de Irak, porque aquí se cuida a estas vidas pequeñitas", dijo.

Antes de regresar a Bagdad, Palacio reiteró lo que ha sido la principal tesis de su visita: "Mejorar la situación de seguridad es esencial para mejorar la vida cotidiana" de los iraquís.