Con un trastorno de personalidad como el que los psiquiatras consultados atribuyen a Enric Marco se puede llegar al final de la vida sin necesitar confesar la impostura y con una escasa consciencia de haber mentido. Lo definen como un posible mitómano afectado por un trastorno propio de las personalidades narcisistas. Alguien necesitado de inventar un personaje admirable o heroico, que aunque edifica su realidad cotidiana sobre una creciente invención, no se puede definir de simple mentiroso ya que vive creyendo lo que dice. Un mentiroso engaña conscientemente; un mitómano se comporta coherentemente con el personaje que recrea. A. G.