El Rey aprovechó la convivencia del Día de las Fuerzas Armadas --una cena y una recepción durante el pasado fin de semana en Sevilla-- para pedir a la cúpula militar que supere las diferencias internas que suscitó el caso Mena y cauterice las heridas abiertas.

El rey Juan Carlos se prodigó en consejos a unos y a otros --desde el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán, hasta el nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército, Carlos Villar--, para que restablezcan el buen clima interno y superen las diferencias que provocó la salida de tono del general José Mena Aguado en la pasada Pascua Militar.

CENA EN CAPITANIA Lo hizo durante la cena del sábado en la Capitanía General de Sevilla, cuyo jefe, el general Pedro Pitarch, sustituyó a José Mena Aguado, y lo repitió ayer en la recepción que tuvo lugar en el Casino de la Expo de Sevilla.

La semana pasada, precisamente, la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) instó a aplicar sin distinción la ley de régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas, al tiempo que consideró que el anterior ministro de Defensa, José Bono, no aplicó correctamente la normativa al no sancionar a los oficiales en la reserva que expresaron a la prensa su apoyo al teniente general Mena Aguado tras su discurso.

"Lo que no puede primar son criterios de oportunidad política. Tienen que primar los criterios de legalidad, que son los que nos dan garantías a todos, al teniente general y al soldado que acaba de entrar en el Ejército", agregó el secretario de AUME, Mariano Casado.