El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, está liderando en Madrid la defensa de la constitucionalidad del Estatut. Tras anunciar que comparecerá en el Senado para defender en persona la resolución unitaria acordada en el Parlamento autonó- mico y reunirse --infructuosamente-- con el presidente del PP, Mariano Rajoy, el siguiente paso que ya se atisba en el horizonte es el de celebrar un encuentro institucional con José Luis Rodríguez Zapatero. Una cita que, según desveló ayer en Barcelona el jefe del Ejecutivo central tras visitar al rey Juan Carlos, podría celebrarse "en días o semanas".

El nuevo ponente del Tribunal Constitucional (TC) sobre la reforma del Estatut pertenece al ala conservadora y los borradores que se están debatiendo, según se ha filtrado, atacan al núcleo central de la Carta catalana.

Urge, por lo tanto, tejer un nuevo marco de acuerdo entre PSOE y PSC que pasa no solo por culpar de la encrucijada actual al Partido Popular, sino por que el PSOE dé un paso adelante que demuestre que quiere realmente desbloquear la renovación del Constitucional.

La reunión del pasado jueves entre Montilla y Rajoy ha evidenciado que el líder de la oposición no quiere cambiar ahora a los cuatro jueces que ya han cumplido el mandato y nombrar al sustituto del magistrado que falleció hace dos años (un relevo que, con el PSOE en el Gobierno, dejaría la mayoría del TC en manos de los progresistas).

El problema es que los acuerdos para designar a los candidatos necesitan del voto favorable de las tres quintas partes del Senado y el Congreso, según sea el caso, lo que hace que los populares puedan vetar a cualquier sustituto que no sea de su agrado. Otro gesto sería que el PSOE apoyase la propuesta del tripartito catalán y CiU de reformar la ley que regula al TC para impedir que se repitan situaciones como la actual.