Humilde pero firme, Evo Morales garantizó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero que las empresas españolas en Bolivia no sufrirán acoso alguno de su parte si cumplen con las leyes y con las obligaciones fiscales bolivianas. El presidente electo del país andino dejó claro que ejercerá "el derecho de propiedad de Bolivia sobre sus recursos naturales" como medio para luchar contra la "injusticia social", pero que no está en sus planes "expulsar ni expropiar ni confiscar" a las empresas que asuman que tendrán "derecho a beneficios", pero "equilibrados", de modo que el Estado boliviano también "pueda beneficiarse".

Así habló ante Zapatero, con un castellano de sonoridad aymara y un jersey de lana a rayas jamás visto entre los visitantes de la Moncloa. Morales alardeó de justiciero social, pero achacó a Zapatero la condición de "maestro" que puede ayudarle en su empeño de "buscar soluciones a la injusticia social" que sufre el pueblo boliviano.

Morales también dijo que suscribe la ideología de Che Guevara, salvo en la cuestión no menor de que prefiere "transformar el país con el voto, no con la bala". Con humildad inusitada, repitió tres veces que todavía no se cree que el próximo día 22 vaya a ser presidente: "Nunca había soñado llegar a esto".

Su mensaje caló en la Moncloa: "Bolivia necesita empresarios extranjeros, pero que sean socios, no patronos". El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, reconoció que el Ejecutivo "está plenamente convencido de que serán compatibles los intereses de las empresas españolas con los proyectos políticos bolivianos", o lo que es lo mismo, que se puede "luchar contra la pobreza" al tiempo que se dan "las garantías jurídicas que requieren los inversores españoles". Tal es así que Moraleda dijo que pronto se conocerán proyectos de reinversión de la petrolera hispanoargentina Repsol YPF para la industrialización en Bolivia.

CONDONACION DE LA DEUDA Morales logró en un día para Bolivia lo que a otros países les ha llevado años. El Gobierno español se comprometió a condonar "el grueso" de su deuda externa con España (120 millones de dólares) a cambio de proyectos de alfabetización. Bolivia se convierte así en el primer país en el que se aplica el acuerdo de canje de deuda por educación suscrito en la Cumbre Iberoamericana de Salamanca. El gesto supone un claro espaldarazo para Morales, y así lo valoró éste.

Sin embargo, se negó a ver en él la suma de España al acuerdo antiimperialista que ha apalabrado con Hugo Chávez y Fidel Castro. "De antiimperialismo sólo hablé con el falso Zapatero", bromeó Morales para dar por zanjado el incidente provocado por un humorista de la COPE que le telefoneó imitando al presidente español.