El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha admitido hoy que su colega marroquí, Taieb Fassi Fihri, le avisó de la decisión del reino alauí de expulsar a Aminetu Haidar cuando la activista permanecía detenida en el aeropuerto de El Aaiún. El dirigente ha afirmado que la expulsion del pasado 14 de noviembre fue "política y no administrativa".

Esa llamada se produce "alrededor de las once de la noche" del día 13 de noviembre y es la forma en la que el Ejecutivo español se entera de la decisión marroquí, ha precisado Moratinos ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso.

Nueva llamada

En esa conversación, Moratinos trasladó a Fassi Fihri su "rechazo y condena" por esa expulsión. Al día siguiente, "cuando Haidar ya está volando", Fassi Fihri volvió a llamar al ministro español para informarle de que la defensora de los Derechos Humanos había sido expulsada.

Según el ministro español, esto corrobora que "el Gobierno no creó esta crisis y no fue cómplice", y que actuó por "criterios humanitarios".

"El Ministerio de Exteriores no aceptó, no apoyó, sino que rechazó la actitud de Marruecos", insistió Moratinos, que consideró que el Gobierno ha explicado en reiteradas ocasiones cómo se desarrollaron los hechos una vez que Haidar llegó a Lanzarote.