El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, puso en duda ayer que el referendo de autodeterminación para el Sáhara Occidental tenga que incluir la opción de la independencia. "El referendo es parte del proceso de autodeterminación de los saharauis, pero no entramos a definir ahora el tipo de consulta", explicó Moratinos, que puso en cuestión un punto que hasta ahora siempre había estado claro y que era que esa votación debía permitir a los saharauis optar entre la independencia o la anexión a Marruecos.

Moratinos hizo estas declaraciones después de una audiencia en Tánger con el rey Mohamed VI, a quien informó del "desarrollo de la intensa agenda diplomática" española para desbloquear el conflicto del Sáhara. El ministro dijo que España "trabaja activamente" para que la ONU pueda elaborar modificaciones al plan Baker que lo hagan "aceptable para todas las partes", en alusión a Marruecos.

El plan Baker consiste en un periodo de autonomía de cuatro o cinco años para los saharauis dentro de Marruecos, tras el cual habría un referendo sobre la independencia. El proyecto, aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, ha sido aceptado por el Frente Polisario, pero Marruecos, que teme una secesión del territorio, lo rechaza.

Fuentes del Gobierno español señalan que la pretensión es eliminar la opción de independencia y que los saharauis puedan elegir sólo entre autonomía o anexión. Esa estrategia promarroquí supone un cambio radical respecto a la postura del Gobierno del PP, que apostaba por la versión original del plan Baker .

MARGEN DE MANIOBRA Según Moratinos, el objetivo a corto plazo es "conseguir que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que dé un margen de acción más amplio" al representante especial de la ONU, el peruano Alvaro de Soto, para permitirle "aportar ideas que acerquen a las partes".