El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, anunció ayer, tras reunirse en Washington con su homóloga, Condoleezza Rice, que "a partir de ahora no hay obstáculos" para un encuentro entre José Luis Rodríguez Zapatero y George Bush. Con esta frase, el jefe de la diplomacia admitió por vez primera que tales escollos existían y proclamó al mismo tiempo la normalización de la relación, deteriorada tras la retirada de las tropas de Irak. La eventual cita no se producirá "antes del Rocío" (que se celebra a finales de mayo), dijo.

En contra de los malos augurios, salió contento de su reunión con Rice, que duró 45 minutos frente a los 20 previstos, y restó importancia al hecho de que su anfitriona no compareciera después con él ante la prensa para escenificar el buen clima, como hace con ciertos invitados.