El brigada Juan Andrés Suárez García, de 41 años, y el cabo primero Rubén Alonso Ríos, de 30 años, militares españoles que formaban parte de un equipo de instrucción y adiestramiento (OMLT por sus siglas en inglés) del Ejército afgano, murieron ayer a mediodía, víctimas de un atentado talibán. El ataque se produjo durante el viaje de regreso de una misión en la peligrosa provincia de Farah, cuando un suicida embistió con una furgoneta cargada de explosivos al convoy en el que viajaban cerca de la localidad de Shindand, a unos 100 kilómetros al sur de Herat.

Además, otros cuatro militares resultaron heridos, uno de ellos de gravedad. En una conversación telefónica con periodistas residentes en Herat, el portavoz talibán Qari Yusuf Ahmadi se atribuyó la acción en nombre de su movimiento, y dio detalles acerca del terrorista suicida: un veinteañero originario de Shindand llamado Nabibullá.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, emprendió anoche viaje a Afganistán para seguir la evolución de los militares que resultaron heridos y repatriar los cadáveres. Los heridos son el capitán Enrique José Dopico Rodríguez, el sargento primero Gonzalo Miguélez Diéguez, el cabo Alberto Cao Pérez y el cabo primero José Antonio Cures García, este último de carácter grave.

El atentado suicida tuvo lugar a las 12.30 horas y el convoy estaba compuesto por 12 camiones del Ejército afgano, seis blindados españoles (5 BMR y 1 VAMTAC) y un vehículo VEMPAR de recuperación.

La zona en la que se produjo el atentado se considera de alto riesgo, máxime si se tiene en cuenta que, en cada ocasión en que los equipos de desactivación de explosivos pasan por ahí, "encuentran dos o tres artefactos", aseguraron fuentes próximas al contingente.

Según el comunicado de Defensa, el equipo OMLT acompañaba a la compañía de abastecimiento de un batallón del Ejército afgano en una misión en la provincia de Farah, junto a Irán y fronteriza con el reducto talibán de Helmand, y por ende, considerada muy peligrosa.

En el Parlamento español, fuerzas tan dispares como el PP e IU han reclamado un debate en profundidad sobre el carácter de la misión española en Afganistán, cuyo riesgo consideran que es superior al objetivo inicialmente diseñado, de apoyo a la reconstrucción del país.

Por el momento, Chacón se limitó ayer a explicar los primeros datos sobre el atentado, en una comparecencia en la que no admitió preguntas. "Todos los españoles nos sentimos unidos ante el dolor, que es nuestro dolor. En estos momentos somos aún más conscientes de hasta qué punto nuestros soldados exponen su vida por el bienestar y la libertad de un pueblo distante y nuestra seguridad", añadió.

La ministra telefoneó personalmente a las familias de los fallecidos para darles el pésame. Está previsto que se conceda a ambos la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo.