Una multitudinaria manifestación desafió ayer el frío para reclamar en San Sebastián "democracia para Euskal Herria" y el reconocimiento del derecho de autodeterminación. Pese a su prohibición por el departamento de Interior, la posterior revocación del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco permitió que la marcha circulara con normalidad y en silencio, con esporádicos gritos de apoyo a los presos etarras y de la independencia. Cuatro furgonetas de la Ertzaintza custodiaron la marcha, sin necesidad de intervenir.

La pancarta que reclamaba "democracia" y "autodeterminación" era portada por los convocantes, mientras dirigentes de la extinta Batasuna, como Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Pernando Barrena, ocupaban posiciones más retrasadas. Por delante caminaban los parlamentarios Jon Salaberria y Jone Goirizelaia.

Uno de los convocantes, Xabier Amuritza, antes de la lectura en euskera, castellano y francés del documento final, aseguró que el acto era "un paso más que nos acerca a la autodeterminación".

Por otra parte, familiares, compañeros y amigos de los cuatro ertzainas de la comisaría de Beasain (Guipúzcoa) asesinados por ETA les tributaron ayer un homenaje. En el patio de la comisaría se descubrió una escultura en honor de los dos agentes de la policía autonómica vasca asesinados en noviembre del 2001 cuando regulaban el tráfico, y de los dos ertzainas muertos en 1995 en un tiroteo con un etarra.