La corrupción generalizada que atenaza a Unió Mallorquina (UM), el partido bisagra de Baleares, ya no está solo en boca de la justicia, sino que es un hecho reconocido por quienes han comandado la organización. Uno de sus expresidentes, Miquel Nadal, desentrañó ayer ante el juez parte de las corruptelas cometidas por altos cargos de la fuerza política, de las que se desprende una confesión en toda regla de financiación irregular durante la etapa de Maria Antònia Munar, hasta ayer presidenta del Parlamento balear. Tras hacerse públicas las acusaciones del que fuera su delfín político, Munar presentó la dimisión, renunció a su acta de diputada y anunció su retirada de la vida política.

Nadal, que fue consejero de Turismo del Gobierno autonómico, vicepresidente del Consell de Mallorca y concejal de Palma, le explicó al magistrado Juan Ignacio Lope Sola, instructor del caso Maquillaje, cómo Munar le entregó 300.000 euros en efectivo en su coche oficial para adquirir una empresa que más tarde se vería beneficiada por el Ejecutivo insular mallorquín. Nadal detalló que su antecesora al frente del partido le ordenó en el 2006, durante un trayecto entre Inca y Palma, comprar el 50% de la productora Vídeo U, empresa a la que se le adjudicó la pasada legislatura la explotación de Televisió de Mallorca por cuatro millones de euros. Entonces, Munar, también imputada en el caso, era presidenta del Consell de Mallorca, institución de la que dependía el nuevo canal.

FONDOS DEL PARTIDO Nadal aseguró desconocer si era dinero negro, pero admitió que procedía de los fondos de UM. Y subrayó que la maniobra no tenía un "objetivo económico", sino que la intención era crear un medio de comunicación "simpatizante de UM". También reconoció que, "seguramente", Munar y él votaron en los plenos del consejo insular a favor de subvenciones para Vídeo U.

Nadal se refirió asimismo a dos subvenciones de 120.000 euros que aprobó el Consell de Mallorca a Vídeo U por la emisión del programa deportivo que, según las investigaciones, resultó inexistente.

Se da la circunstancia que la confesión del expresidente de UM llega solo 48 después de haber anunciado que deja por completo la actividad política, forzado en gran medida por su situación judicial. Además del caso Maquillaje, Nadal se encuentra en libertad bajo fianza de 100.000 euros por el caso Buitre --que investiga una trama de desvío de dinero público a empresarios y sociedades afines a UM-- y está imputado en el caso Can Domenge, que investiga las presuntas irregularidades cometidas en la venta de unos solares en Palma por parte del Consell de Mallorca por 30 millones de euros, la mitad de su valor en el mercado.

Munar, por su parte, rechazó en un comunicado las acusaciones y aseguró, además, que a lo largo de todas su vida política ha actuado "siempre de acuerdo con la más absoluta legalidad y la ética política".